Antonimos

Los antonimos mas usados

Antónimos de Exhibidor

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↓ ¿Cuáles son los antónimos de Exhibidor?

Los antónimos de EXHIBIDOR son

Antónimos de EXHIBIDOR – la información más importante


La razón principal para usar los antónimos es la estilística.
Los términos opuestos permiten realzar los contrastes referidos en el lenguaje. Marcan diferencias en los pensamientos e impresiones. Enriquecen el léxico, sin embargo el uso de palabras antonímicas no siempre asegura una expresión adecuada. Es importante recordar que puede ser absurdo elaborar una frase de términos opuestos en el entorno de todo el repertorio de significados de una palabra.

De ese modo son todos las palabras y sus antónimos, también los antónimos de Exhibidor.

Antónimo de EXHIBIDOR – ¿qué es un antónimo?


Una vez conocido cuál es el antónimo de EXHIBIDOR, nos podríamos plantar una pregunta sobre cómo aprendemos los antónimos.
La mayor parte de las personas parecen estudiar los antónimos por medio de la repetición. Si se exponen repetidamente una palabra, y seguidamente se presenta lo contrario de esta palabra, al pasar el tiempo iniciarán a contemplar cómo las palabras representan conceptos contrarios. Esto funciona para casi todos de los antónimos. El problema de retener antónimos por la repetición, es que lleva mucho tiempo adquirirlos uno por uno en la vida real. Por eso en las escuelas se promueve la lectura y de igual forma el estudio del lenguaje. Nos referimos aquí a todas las palabras, también de los antónimos de Exhibidor

Otra dificultad de la utilización de lo repetitivo como táctica de aprendizaje es que personas suelen utilizar antónimos en condiciones en las que les resulta complejo conocer si el término que están oyendo indica lo contrario de otra.

¿Cómo recogemos los antónimos de Exhibidor?


Lo primordial que tiene que tener en cuenta es que diversos términos se emplean de diferentes maneras, entonces una palabra dada podría referirse a varias situaciones. Pueden estar buscando antónimos para crear su diccionario, o sencillamente pueden  estar investigando sinónimos en lugar de palabras iniciales.

Con el objeto de poder realizar un diccionario, se requieren algunas expresiones que signifiquen exactamente lo contrario de otras palabras, de forma que cuando la gente requiera hallar una expresión puedan encontrar su antónimo.

Pero, a menudo la gente inventa estos vocablos por sí misma.

Exhibidor y otras palabras – Antónimos y sinónimos – cuál es la diferencia


¿Hay alguna otra frase que se emplee en la misma narración?

La segunda cosa es buscar las frases que no tienen un antónimo explícito, como “cerebro”. Se infiere que en general (salvo contextos muy concretos) los parecidos de estas frases no existen.

Un igual tiene su opuesto. Es contrario – un término que alcanza el opuesto del motivo. Opuesto es el término contrario. Ejemplos de antónimos son: “caluroso” y “fresco”, “largo” y “chico”, “destapado” y “tapado”. Los contrario, como los iguales, son diferentes. Los contrarios pueden derivar de la gradación, por ejemplo: “chico” y “grande”, “chavo” y “anciano”, “pequeño” y “alto”. En esta ocasión, no representan aptitudes contrarias independientes, sino que son un canal léxico de expresar la gradación. Los pares de vocablos contrarias son contrario añadidos. Al objetar a los anonimatos, la negación se cambia en una declaración: “él está casado” y “él no es soltero”, “ella no tiene esposo” y “no tiene esposo”. Otra forma de opuesto es la transformación. Los llamamos parejas de vocablos, por ejemplo: “adquirir” y “despachar”, “irse” y “volver”. “Antónimo” también tiene un contrario. Es la palabra “sinónimo”.

¿Qué manifiesta la filología sobre los términos opuestos de Exhibidor y otras palabras?

Es evidente que hay varios dúos de vocablos que nos muestran la angosta unión entre los idiomas y la realidad. Varios de estos uniones no sólo están en inglés, sino también en otros lenguajes. Esto se debe a que todos los intelectos humanos confrontan inconvenientes iguales cuando tratan de entender el ambiente que los envuelve. Puedo darles algunos ejemplos. Por ejemplo, cuando hablamos del entorno, la palabra “dentro” es antónima a la el término “fuera”. Esto nos dice que para todos nosotros invariablemente existe algo dentro y algo fuera. Lo entendemos porque siempre que pretendemos considerar el espacio solemos utilizar palabras como estas.

Otro ejemplo es “feliz” y “triste”. Aquí las palabras nos expresan que hay dos tipos diferentes de sensaciones. Lo entendemos ya que no podemos pensar ambos al mismo momento.
Esta no es la aclaración completa. Podemos continuar con estos antónimos por largo tiempo.

¿Por qué deberíamos conocer los antónimos de Exhibidor y otras palabras?


Entender los antónimos es concebir el mundo desde una perspectiva diferente. Nos permite comprender que podemos estar en lo incorrecto sobre lo que ideamos, y observar las cosas de un estilo distinto a como se conoce en un momento dado.

Independientemente del conocimiento que se tenga, ser apto para sopesar lo positivo y lo dañino es importante. En cierto sentido, esto puede ser usado como una forma de entender que las cosas habitualmente pueden ser desigual a como se supone actualmente.

Se podría establecer que conocer los antónimos es un medio para aumentar nuestros propósitos. Nos permite sopesar los aspectos provechosos y menos favorables de dos ideas en discusión, y después llegar a una mas clara comprensión de la que teníamos tiempo atrás.

Según los psicólogos tenemos que saber el uso de los antónimos porque nos facilitan para ver el entorno desde un ángulo dispar. Es necesario valorar los aspectos positivos y poco provechosos de dos ideas contrapuestas.

¿Cómo encuentran los lexicógrafos los antónimos?

Examinemos la forma en que los seres humanos estudian un idioma. Primordialmente tenemos que aprender un grupo de emblemas y sus significados a fin de poder tratar con los demás. Después, como personas maduras, usamos esos signos dentro de nuestros hábitos continuos a pesar de que hayan asociaciones injustas de sonidos o signos (por ejemplo, letras y términos elaborados de estas letras). Únicamente ya que se nos instruyó de que alguna combinación de sonidos engloba un concepto que les otorga sentido.
Pensemos que pudiéramos instruir a los animales a usar el idioma humano. Memorizarían los símbolos arbitrarios y sus conceptos. Ahora, no forzosamente entenderían lo que denotan esas expresiones, porque no se les ha adiestrado ningún significado del mundo cierto detrás de ellas.
Por ejemplo, si le contáramos a un canino que la palabra “caramelo” significa alimento, así cada vez que oigan el termino “golosina”, esperarán recibir algo bueno. Más solamente porque las personas les hayan mostrado que este emblema representaba alimento no indica que los caninos entiendan lo que es.

Igual ocurre con las denominaciones. Los nombres son símbolos absolutamente injustos que los humanos han aprendido a relacionar con el hombre o elemento. Las expresiones no tienen un concepto propio en sí mismo, no obstante debido a que se nos enseñó que indican algo, cuando oímos un nombre le damos un sentido.
En esta ocasión es donde entra el concepto de antónimos. Un antónimo es una expresión que dispone de una connotación contraria a otra expresión, y logra ser utilizado como un medio para distinguir lo que quieren decir las expresiones.

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