Antonimos

Los antonimos mas usados

Antónimos de Freidora

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↓ ¿Cuáles son los antónimos de Freidora?

Los antónimos de Freidora son

Antónimos de Freidora – la información que debes saber


La razón principal para usar los antónimos es la estética del lenguaje.
Los términos opuestos permiten realzar las desigualdades expresadas en el idioma. Indican desemejanzas en los pensamientos y emociones. Desarrollan el vocabulario, sin embargo el uso de palabras antonímicas casi nunca garantiza una frase apropiada. Es importante mencionar que puede ser absurdo elaborar una frase de términos opuestos en el entorno de todo el repertorio de definiciones de un vocablo.

De ese modo son todos las palabras y sus antónimos, también los antónimos de Freidora.

Antónimo de Freidora – ¿qué es un antónimo?


Ya sabe cuál es el término opuesto para Freidora.
Pero, ¿un antónimo es un oximoron?
A veces se confunde a antónimos con los oximorones. Si ha repasado este contenido, posiblemente note la diferencia entre ellos. Sin embargo, es importante acotar que un oxímoron es la utilización de expresiones que no sólo se contradicen entre sí en términos de significado, sino que sobre todo una de ellas define a la otra. Así que “camino sobre el fuego y el hielo” es un antónimo, mientras que “el hielo ardiente” se refiere a un oxímoron.
Hablamos de todas las palabras, también de los antónimos de FREIDORA.

¿Cómo encontramos los antónimos de FREIDORA?


Primeramente, un lexicógrafo consigue palabras inversas como lo realizaría un pensamiento inquisidor. Detallan y comparan expresiones con significados similares hasta que identifican eso que las vuelve diferentes y por consiguiente su inverso.

Una parte del problema de encontrar palabras contrarias es elegir un vocablo lo suficientemente universal para que contenga la suma de las definiciones de un término concreto.

También resulta bastante arduo conseguir antónimos para ciertos términos.

Es arduo hallar antónimos para los términos. Para ciertos vocablos, lo contrario a veces ni existe.

Por ejemplo, ¿qué es lo contrario a existir?

Bueno, este contexto existe otro ejemplo de una palabra que no posee un contrario. ¿Qué se define como lo opuesto al tiempo?

FREIDORA y otras palabras – ¿Cuál es la diferencia entre antonimos y sinonimos?


¿Hay alguna otra palabra que se utilice en el mismo contexto?

La segunda cosa es buscar las frases que no ostentan un antónimo explícito, como “bicicleta”. Se supone que en general (salvo contextos muy delimitados) los iguales de estas frases no son.

Un igual tiene su opuesto. Es opuesto – un término que alcanza el inverso del significado. Antónimos es el significado contrario. Ejemplos de opuesto son: “caluroso” y “fresco”, “largo” y “chico”, “abierto” y “cerrado”. Los opuesto, como los sinónimos, son distinto. Los opuestos pueden derivar de la jerarquía, por ejemplo: “pequeño” y “enorme”, “joven” y “viejo”, “pequeño” y “alto”. En este caso, no representan aptitudes contrarias individuales, sino que son un medio habla de expresar la gradación. Los pares de vocablos opuestas son antónimos añadidos. Al objetar a los incognitos, la oposición se convierte en una exposición: “él está casado” y “el no es solterón, “ella no tiene esposo” y “no tiene esposo”. Otra manera de contrario es la transformación. Los llamamos parejas de palabras, por ejemplo: “adquirir” y “despachar”, “irse” y “volver”. “Antónimo” también tiene un antónimos. Es “sinónimo”.

¿Qué dice la lingüística sobre los términos opuestos de FREIDORA y otras palabras?

Es indiscutible que hay demasiados pares de palabras que nos muestran la ceñida unión entre los lenguajes y la realidad. Muchos de estos uniones no sólo están en inglés, sino también en otros idiomas. Esto es debido a que todos los intelectos humanos encaran inconvenientes iguales cuando tratan de entender el ambiente que les rodea. Puedo enseñarles varios ejemplos. Por ejemplo, cuando hablamos del espacio, la palabra “dentro” es antónima a la el término “fuera”. Esto nos expresa que para todos nosotros invariablemente existe algo dentro y algo fuera. Lo comprendemos porque cada vez que tratamos entender el entorno frecuentamos emplear vocablos como las mencionadas.

Otro ejemplo es “feliz” y “triste”. Aquí los términos nos manifiestan que hay 2 tipos distintos de sentir. Lo sabemos ya que no podemos percatar ambos al mismo tiempo.
Esta no es la justificación completa. Podemos seguir con estos términos opuestos para siempre.

¿Por qué deberíamos saber los antónimos de FREIDORA y otras palabras?


La definición de antónimos es sumamente importante desde el punto de vista de los conocedores de la lengua, pero además para escritores, e incluyendo para los psicólogos. La percepción y el concepto de los términos contrarios es una herramienta que los seres humanos han elaborado para ellos mismos a medida que evolucionaba su lengua y los procedimientos de análisis.

Es un caso interesante el cómo hemos estructurado un idioma que es útil para las personas, y posibilita entender y estructurar el mundo. Por ejemplo, mientras que las personas evolucionaron precisaron ser preparados para reseñar el entorno, por lo que desarrollaron términos opuestos como frío y calor. Estos son explicaciones con los que podemos describir sencillamente una circunstancia.

Esto también se acomoda a la explicación de antónimos. Es una forma de narrar algo con vocablos, para que podamos entendernos sobre ello.
El dilema es que esto no actúa así para las computadoras. No es simple programar un ordenador para que sepa exactamente las interrelaciones contradictorias de diferente escalafón entre las palabras.
Los colectivos no son androides, en virtud de que la concepción de los antónimos es un significado humano que no funciona para los ordenadores. Un robot no puede ser explicado como algo que es lo contrario a otra cosa.

¿Cómo hallan los lexicógrafos los antónimos?

Examinemos el modo en que los seres humanos estudian un idioma. Primero tenemos que estudiar un conjunto de signos y sus significados para lograr relacionarnos con los demás. Después, como personas maduras, empleamos esos emblemas dentro de nuestros hábitos continuos a pesar de que sean agrupaciones autoritarias de ruidos o signos (por ejemplo, escrituras y términos elaborados de estas grafemas). Solamente ya que se nos enseñó que alguna unión de sonidos abarca un significado que les da sentido.
Supongamos que lográramos adiestrar a los animales a usar el idioma de las personas. Memorizarían los símbolos arbitrarios y sus conceptos. Ahora, no obligatoriamente entenderían lo que representan esos términos, porque no se les ha enseñado ningún significado del mundo real atrás de ellas.
Como, si le comentáramos a un perro que el término “golosina” indica comida, entonces cada vez que escuchen el termino “chuchería”, esperarán adquirir una cosa generosa. Más sólo porque los humanos les hayan educado que este emblema representaba alimento no significa que los caninos deduzcan lo que significa.

Lo mismo ocurre con los nombres. Las denominaciones son signos totalmente autoritarios que los humanos han entendido como relacionar con una persona u objeto. Los términos no presentan una connotación propio en sí mismo, aunque en vista de que se nos capacito como que indican una cosa, cuando oímos una denominación le cedemos algún significado.
Acá es donde queda el concepto de antónimos. Un antónimo es una expresión que dispone de una connotación contraria a otro término, y puede ser usado como una herramienta para entender lo que quieren decir los términos.

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