Antonimos

Los antonimos mas usados

Antónimos de Prolijidad

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↓ ¿Cuáles son los antónimos de Prolijidad?

Los antónimos de Prolijidad son

Antónimos de Prolijidad – lo que debes saber


La tierra está construida de contrastes. En el globo localizamos rutas geográficas contrapuestas: norte-sur, este-oeste. Siguiendo esta separación, a menudo utilizamos la oración “algo se encuentra en los polos opuestos”. Menos aún es curioso usar expresiones que juntamos en pares contrarios: “positivo – negativo”, “comienzo – final”, “dos caras de una moneda”, “anverso – reverso”.

A menudo estas oposiciones surgen en distintos sistemas de símbolos. Como ejemplo, en el argot matemático disponemos los valores positivo y negativo”, y en los semáforos el mensaje “autorizado – no autorizado”, que se manifesta por la desigualdad de colores verde – rojo. Unos de estos pares de términos pueden también ser examinados como negativos o positivos: malo – bueno. Y si no tiene tales conceptos escritos en las expresiones, la evaluación surge en las asociaciones.

En este apartado aprenderemos sobre las palabras y conceptos opuestos, no solo sobre antónimos de PROLIJIDAD, pero de cualquier otra palabra castellana. Ese cotejo en la lengua se denota contradicción o negación.

Así funcionan todos las palabras y sus antónimos, también los antónimos de PROLIJIDAD.

Antónimo de PROLIJIDAD – ¿qué es un antónimo?


Una vez explicado cuál es el antónimo de PROLIJIDAD, nos podríamos preguntar en qué forma aprendemos los antónimos.

La mayor parte de las personas parecen estudiar los antónimos de la forma que aprenden los sustantivos, asociándolos con sus opuestos. Otro modo en que la gente aprende antónimos es elaborando un modelo mental del significado de cada palabra. Como por ejemplo, la ocasión en que se aprende la expresión “caliente”, se puede imaginar algo que se especifica como una llama, y luego aceptar que “frío” indica “no llama”. Esto es como casi todos los niños aprenden estas palabras. Hablamos de todas las palabras, también de los antónimos de PROLIJIDAD

La manera en que las personas parecen aprender los antónimos es limitada e ineficaz, ya que necesita que la gente tenga una vivencia repetitiva en ambas palabras en varios años, antes de que consiga entender el vínculo entre ellas.

¿Cómo buscamos los antónimos de PROLIJIDAD?


Los filólogos seleccionan glosarios de antónimos continuando el mismo proceso que el utilizado para la colección de cualquier diccionario.
Es verdaderamente un proceso bastante fácil de juntar términos, anotar cuáles son términos opuestos y después seleccionar el repertorio de antónimos.
Es un método sencillo, realmente. Solo es reunir palabras y escribir cuáles son términos opuestos.

Y así para casi todas los vocablos del glosario.

En conclusión, este método resultaría bien para compilar glosarios de antónimos, puesto que es bastante completo y tiene en cuenta los pasos necesarios.

Prolijidad y otras palabras – ¿Cuál es la diferencia entre antonimos y sinonimos?


Por ejemplo, dada la palabra de entrada “grande”, indagaría las palabras más relacionadas a ella: sustentándose en su insistencia en el contenido y otros elementos. Así descubrimos que las mejores coincidencias son: grandioso, gigante, formidable. Hecho esto, pasamos a indagar antónimos, de la misma manera, con un aprendizaje automático e inteligencia artificial. Así que prontamente haría un modelo de cómo la gente conecta estas frases, verbigracia que son antónimos entre sí.

Posteriormente sabría utilizar este modelo para notar si hay algún patrón en el empleo de las palabras que enseñe un sinónimo y antónimo.

¿Cuándo aprenden los chicos los antónimos de Prolijidad y otras palabras?


Los pequeños primero aprenden a identificar las definiciones y luego a catalogarlos.
Comprenden su propio idioma, sus predilecciones nutricionales y los componentes de su familia. El sistema de formación habitualmente es lento, pero posibilita al niño realizar un listado individual de conocimientos que puede utilizarse para las acciones a tomar o la resolución de inconvenientes.
Aunque el lenguaje se asimila a través de la repetitividad y la memorización. Los niños no podrían entender el significado de las expresiones hasta que no están familiarizados con el concepto de otras palabras.

¿Por qué deberíamos entender las palabras opuestas de Prolijidad y otras palabras?


El concepto de antónimos es ampliamente relevante desde la perspectiva de los expertos en gramática, pero igualmente para escritores, e inclusive para los psicólogos. La representación y la definición de los vocablos contrarios es una herramienta que las sociedades han construido para ellos mismos a medida que evolucionaba su lengua y los modos de reflexión.

Es un tema relevante el cómo hemos estructurado un léxico que es útil para el colectivo, y permite saber y ordenar el entorno. Por ejemplo, mientras que las personas evolucionaron necesitaron ser preparados para explicar el entorno, por lo que inventaron términos contrarios como frío y calor. Esos son definiciones con los que podemos narrar evidentemente una circunstancia.

Igualmente se acomoda a la definición de antónimos. Es una manera de describir algo con expresiones, para que podamos entendernos sobre ello.
El enredo es que esto no actúa así para las computadoras. No es sencillo programar un pc para que sepa perfectamente las interrelaciones contrarias de distinto escalafón entre las palabras.
Los colectivos no son máquinas, por lo tanto que la concepción de los antónimos es un concepto humano que no funciona para los ordenadores. Un robot no tiene ser definido como algo que es lo contrario a otra cosa.

¿Cómo hallan los lexicógrafos los contrario?

Examinemos la manera en que las personas aprenden un lenguaje. Originalmente tenemos que estudiar un grupo de símbolos y sus connotaciones a fin de poder comunicarnos con los demás. Luego, como personas maduras, utilizamos esos emblemas dentro de nuestras rutinas diarias aunque existan entidades injustas de sonidos o emblemas (por ejemplo, letras y términos elaborados de las letras). Sólo ya que se nos adiestro en que alguna mezcla de sonidos mantiene una connotación que les da una lectura.
Pensemos que pudiéramos enseñar a los animales a emplear el idioma de las personas. Aplicarían los emblemas arbitrarios y sus conceptos. Sin embargo, no obligatoriamente entenderían lo que significan esas palabras, porque no se les ha adiestrado ningún significado del mundo real atrás de ellas.
Como, si le comentáramos a un canino que el término “chuchería” indica comida, así siempre que perciban el termino “caramelo”, querrán obtener una cosa agradable. Más solamente ya que los humanos les hayan mostrado que este emblema significaba alimento no indica que los caninos comprendan lo que es.

Lo mismo pasa con los nombres. Los nombres son signos totalmente autoritarios que las personas han entendido como aliar con el hombre o cosa. Las palabras no tienen un concepto propio en sí mismo, pero a causa de que se nos formo como que significan algo, en el momento que percibimos una designación le cedemos algún sentido.
Aquí es donde queda el concepto de antónimos. Un antónimo es un término que tiene un significado opuesto a otro término, y puede ser utilizado como una herramienta para comprender lo que indican las expresiones.

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